jueves, 26 de mayo de 2011

Color para la ciudad

La pintura es avalada desde los clásicos. La escultura la encontramos tanto en los museos como adornando espacios vacíos en parque, en una casa, en una oficina. Son creaciones del hombre que representan la realidad, cuentan una historia o simplemente son bellas. ¿Qué pasa si el artista no usa un lienzo, sino un muro?

Los grafitis, una actividad ilegal que algunos “locos” se atrevieron a practicar. La vieja escuela se escondía de policías, marcaban las ciudades con dibujos o propaganda que ellos creaban. Un hobbie que, poco a poco, se fue transformando en arte. Arte underground, pero arte al fin.

Aunque ha habido una evolución desde que comenzó, siguen habiendo quienes lo ven como una contracultura. Lo curioso es que hay artistas a los que les pagan para que pinten, en un muro o un piso, para adornar un local y llamar la atención del público. Esta contracultura salió del sótano y se ubicó a la par de las otras subculturas que coexisten en una sociedad. Tal vez se domó a este animal, o se le dio lugar en la casa. Puede que sea un poco de los dos.

Julian Beever es un ejemplo de la evolución del arte del grafiti. Deja atrás el aura negra y criminal que conlleva y lo convierte en algo meramente artístico. En algunos casos, publicitario. Beever se dedica a crear murales para las compañías que lo contratan. Utiliza tiza y juega con la ilusión óptica generando obras 3D. A pesar de ser británico, no ha trabajado solo en Europa. Su labor ha llegado a México, Estados Unidos, Argentina e incluso Uruguay.

Otros artistas prefieren mantenerse como en la vieja época. Escondidos en la oscuridad y generando “choques” con la sociedad en la que vive. Banksy es un artista callejero que se mantiene en anonimato. Creó y apareció en el documental Exit Through the Gift Shop, ganador del Sundance Film Festival del 2010. Este documental representa y engloba la esencia de lo que es el arte callejero y los distintos personajes que se mueven dentro de él.

Existen todo tipo de grafitis. Es cierto que están aquellos que son solo nombres, garabatos o incluso insultos. Eso no es el Urban Grafiti, ese no es el arte del que estamos hablando. Eso sí es mero vandalismo.

Muros viejos, lisos, grises. Crean un ambiente de soledad y devastación. Un dibujo bien hecho es un adorno que lo ilumina. Los colores no dañan, las pinturas captan el ojo del ciudadano y del visitante. Ayuda a resaltar los aspectos positivos de la ciudad. Un cuadro en la pared de tu casa. Un grafiti en el muro de tu ciudad.

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