martes, 31 de mayo de 2011

El blanco escolar de Montevideo

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El blanco escolar de Montevideo, un álbum en Flickr.
El blanco de las túnicas adornan las calles de Montevideo. Se pueden apreciar estos duendecitos blancos con sus pequeñas mochilas marchando para recibir su educación. Se los encuentra en las paradas de los ómnibus, en las calles o en los autos que pasan. Los escolares transitan especialmente en las horas de entrada - las ocho de la mañana y la una de la tarde - y en las horas de la salida de la escuela - las doce del mediodía y las cinco de la tarde -.

La reforma de Varela en 1876, en el gobierno militarista del Coronel Lorenzo Latorre, puso en relieve la educación pública basándose en tres principios: gratuidad, laicidad y obligatoriedad. De esta forma contrarrestaría el predominio de las escuelas católicas privadas. Varela afirmó que todos los niños tienen el mismo derecho a la educación, y más que un derecho era una obligación, tanto por parte de los niños como por parte del Estado. Desde la Reforma Vareliana, la capital uruguaya, cuenta con doscientos cincuenta y dos escuelas públicas y ciento sesenta y cuatro colegios privados. Más del treinta por ciento de los estudiantes de escuelas públicas del país asisten en Montevideo, según el Consejo de Educación Primaria.

Montevideo, además, cuenta con un servicio de transporte para los alumnos. El autobús escolar facilita el traslado de los estudiantes que no pueden ir por sus propios medios. Cuando el ómnibus amarrillo llega a la escuela, un funcionario se baja de éste, coloca el cartel de “Despacio escuela” y sus pasajeros empiezan a descender poco a poco. Una caminata acompañada de saltos y risas, túnicas blancas y moñas negras.

jueves, 26 de mayo de 2011

Color para la ciudad

La pintura es avalada desde los clásicos. La escultura la encontramos tanto en los museos como adornando espacios vacíos en parque, en una casa, en una oficina. Son creaciones del hombre que representan la realidad, cuentan una historia o simplemente son bellas. ¿Qué pasa si el artista no usa un lienzo, sino un muro?

Los grafitis, una actividad ilegal que algunos “locos” se atrevieron a practicar. La vieja escuela se escondía de policías, marcaban las ciudades con dibujos o propaganda que ellos creaban. Un hobbie que, poco a poco, se fue transformando en arte. Arte underground, pero arte al fin.

Aunque ha habido una evolución desde que comenzó, siguen habiendo quienes lo ven como una contracultura. Lo curioso es que hay artistas a los que les pagan para que pinten, en un muro o un piso, para adornar un local y llamar la atención del público. Esta contracultura salió del sótano y se ubicó a la par de las otras subculturas que coexisten en una sociedad. Tal vez se domó a este animal, o se le dio lugar en la casa. Puede que sea un poco de los dos.

Julian Beever es un ejemplo de la evolución del arte del grafiti. Deja atrás el aura negra y criminal que conlleva y lo convierte en algo meramente artístico. En algunos casos, publicitario. Beever se dedica a crear murales para las compañías que lo contratan. Utiliza tiza y juega con la ilusión óptica generando obras 3D. A pesar de ser británico, no ha trabajado solo en Europa. Su labor ha llegado a México, Estados Unidos, Argentina e incluso Uruguay.

Otros artistas prefieren mantenerse como en la vieja época. Escondidos en la oscuridad y generando “choques” con la sociedad en la que vive. Banksy es un artista callejero que se mantiene en anonimato. Creó y apareció en el documental Exit Through the Gift Shop, ganador del Sundance Film Festival del 2010. Este documental representa y engloba la esencia de lo que es el arte callejero y los distintos personajes que se mueven dentro de él.

Existen todo tipo de grafitis. Es cierto que están aquellos que son solo nombres, garabatos o incluso insultos. Eso no es el Urban Grafiti, ese no es el arte del que estamos hablando. Eso sí es mero vandalismo.

Muros viejos, lisos, grises. Crean un ambiente de soledad y devastación. Un dibujo bien hecho es un adorno que lo ilumina. Los colores no dañan, las pinturas captan el ojo del ciudadano y del visitante. Ayuda a resaltar los aspectos positivos de la ciudad. Un cuadro en la pared de tu casa. Un grafiti en el muro de tu ciudad.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Viaje

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Viaje, un álbum en Flickr.

Bianca Soler es una alumna de cuarto año de Comunicación de la Universidad de Montevideo.

Su viaje desde la entrada hasta la clase es una rutina de todos los días. Primero entrando por la puerta para luego ir a la cantina. Usar el elevador, cuando llega tarde sobre todo, para por fin entrar a la clase y pasar toda la mañana allí.

martes, 17 de mayo de 2011

Un hobbie inusual

Horacio ChochoHoracio Chocho en su tallerHoracio Chocho haciendo una pesaHoracio Chocho mostrando un auto que el creóHoracio Chocho en su museo

Perfil, un álbum en Flickr.

Horacio Chocho tiene 69 años, esta jubilado y trabaja como tornero. Nació en Carapéa 50km de la ciudad de Minas, departamento de Lavalleja. En su tiempo libre se dedica a crear artículos en miniaturas. El recibidor de su casa es un pequeño museo de piezas en minuaturas. Cada una de ellas está copiada a escala de un aparato real. Desde coches antiguos, maquinas para trabajar en el campo hasta locales antiguos que existían en la ciudad de Minas. Horacio, después de terminar la escuela, hizo estudios de mecánica y electricidad en la Escuela Industrial. Luego de trabajar en algunos talleres y terminar trabajando para ANCAP como mecánico, luego de jubilarse se dedicó solamente a la tornería.

Un día a su padre, que se inició como carrero y luego se estableció con una herrería especializado en los carros, le pidieron que hiciera una réplica a escala de uno de los carros que el antes había hecho. Así que en el 2003 se puso a trabajar y le pidió ayuda a Chocho. Investigaron las formas, las proporciones y le sacaron medidas al carro antiguo. Esa fue la primera miniatura que dio a lugar el museo. Hoy en día la muestra cuenta con variadas piezas, recreadas a escala 1:10. Lo que lo hace especial además de que sean modelos miniatura es que cada una cumple su debido funcionamient mediante la inyección de aire caliente. Esta isea se la dio su esposa que estaba fascinada con el trabajo que él estaba haciendo. Ella opino que estaría bueno que tuvieran un motorcito y él le dio la razón. Así que se puso a investigar sobre motores a pila, a energía, con aire, y después d eun par de prubeas todas sus piezas se mueven. Esto lo hace famoso en la ciudad y además un abuelo ideal, porque me comentaba Horacio, que a su nieta le hace regalos del estilo. Tiene una cachila en la que puede andar que la hizo con un motor de Zanela y un carrucel con avienes y estrellas gigantes que funciona al conectarlo a un enchufe. Divertido, interesante y curioso lo llevó a hacer algo que le guste y que es recibido por otros como muy positivo.

miércoles, 11 de mayo de 2011

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Nuestros héroes de comics siempre son únicos y ajenos a nuestra realidad. No existen más de un Superman que luche contra el mal, ni grupos de Los cuatro fantásticos en cada país. En las historietas, ser diferente es bueno, más que bueno, es extraordinario y deseable para quién las lee. El problema está en que, el ser único, puede ser sinónimo de soledad.  

Para experimentar la dificultad de integración, no se necesario ser un extranjero o ser picado por una araña radioactiva. Para sentirse ajeno a su comunidad, muchas veces basta con ser denominado “raro”. Ser adolescente, por ejemplo, ya es una enajenación de la vida a la que estábamos acostumbrados cuando éramos niños. Cuando vives esta etapa, nada es suficiente, siempre se te exigirá al máximo para que participes de un grupo.

Entrar al liceo y encontrarse con ellos. Las chicas y chicos populares, los “medios raros” que se visten de negro, los “raros del todo” que usan cresta o se pintan los ojos aunque sean hombres. Todos resaltan, todos están ahí y tú tienes que decidir qué eres. Sin embargo, para ellos tú eres “raro”, porque eres “normal”. Permanecer invisible, sin etiquetar y escuchando que hablan de lo aburrida que eres, o elegir en qué fila formarse y qué códigos seguir. Muchas veces no se dan cuenta que el no ser nada es, sencillamente, ser muchas cosas sin dejar que ninguna de ellas te defina. Muchos se quejan de que los marginan, otros lo hacen por sí solos.

En este país el sello más común es el de la política. “¿De qué partido eres?”, te pregunta un amigo, “¿Cómo que de ninguno?, ¿a quién votas?”, grita extrañado. Y uno piensa: “Al candidato que tenga las mejores cualidades”. De ahí, un mar de carcajadas. Tal vez quiera ser como el Capitán Planeta, ¿para ello tendré  que volcarme al partido ecologista? Prefiero colaborar con Greenpeace.

Hay rótulos de los que no podemos escapar. Mujer, 22 años, estudiante. ¿Eso me define lo suficiente? Claro, tengo que tener un superpoder. ¿Qué les parece esto?: ser yo misma. Una mezcla de cosas que me hacen como soy. Soy la Mujer Maravilla luchando contra los corrales en que nos encierran. Si uso el lazo de la verdad, descubriré que, en el fondo, muchos no saben realmente quiénes son.

Ya sufrí mi accidente con un producto químico que todos conocen como “liceo”. Las burlas, las alienaciones, las peleas, cosas que te convierten en el Hombre sin miedo. O más bien, mujer. Después de ser invisible, pero al mismo tiempo llamativa para que se descarguen contigo, entiendes que eres más que todo eso. Lo que te hace “normal” para ellos te hace único en la vida. El no seguir tendencias, el ser tú mismo, es un signo de fortaleza y riqueza personal. Los desafío a probarlo. Tal vez se conviertan en los nuevos superhéroes de Marvel.

martes, 10 de mayo de 2011

Galería de Melisa L Rigau

Dos jóvenes paseando por la feria de MInasNiños observan al malabarísta que hace shows en la feria de MInasDos ciclistas entrenando en la ruta de DuraznoNiño juega al fútbol en Durazno

La galería de Melisa L Rigau en Flickr.
Trabajo de fotoperiodismo

Descripción: Elegí estas cuatro fotos para mostrar en primer lugar la diferencia entre los años que las saque. Las dos primeras las saque para un trabajo de fotografía en el primer año de la carrera. La idea era retratar una feria y las fotos que saque no servía para el objetivo. Las seleccioné ahora porque la calidad de las fotografía es distinta, están sacadas con una cámara diferente a la que tengo ahora, y además porque me gusta la acción que hay en ambas. Me gustó retratar al malabarista con los niños y a los jóvenes que miran mientras van caminando. Los otras dos las saqué cuando fui a visitar Durazno pero luego las usé para un trabajo del módulo de fotoperidismo hace un mes atrás. Teníamos que mostrar acción en la calle y elegí esas dos. Son las dos de deporte, por lo tanto el movimiento es fácil de lograr, pero me son fotos que me gustaron personalmente.

Fotos de periódicos nacionales

Fuente: El observador

Los bancos, en el ojo de la tormenta

Fuente: El país uruguay


La razón por la que elegí estas dos fotos es por la diferencia que hay en ellas. Ambas son muy informativas pero en la primera la información está dada a través de una foto más artística que en la segunda. La calidad de la segunda es menor a la del Observador pero tiene más acción. A pesar de ello, creo que la primera informa más sin tener que recurrir al texto para entender lo que está pasando.

Fotos de periódicos internacionales

Fuente: The wall street journal
Melvina Jones carries a mirror Tuesday as floodwaters from the Mississippi surround her in Vicksburg, Miss.

Fuente: El Clarín

FUERA DE SERVICIO. LA ESTACION DE PASEO COLON Y ESTADOS UNIDOS, AYER. LA SITUACION QUE SE REPITIO EN OTRAS.

La razón por la cual elegí estas dos fotografías fue en primer lugar por lo informativa que son. La mayor diferencia es que en la primera la acción es suficiente para entender lo que está pasando y en la segunda es el cartel en que informa, no la acción que transcurre en ella. Las elegí por sus diferencias tanto en los temas como en el estilo de narración al que se apela.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Remedio para la lluvia

“Mamá, mamá, está lloviendo”, dice el niño. “¡No!, tengo ropa tendida”, grita la madre. “¿Me haces tortas fritas?”, le pregunta el niño mientras que su madre sale corriendo a destender la ropa.

Para todos los chicos es un martirio que llueva en las tardes, sobre todo si es de un fin de semana. No se puede salir a jugar y además, como en Uruguay el noventa por ciento de las veces que llueve viene escoltado por tormenta eléctrica, los obligan a desenchufar la computadora y la televisión. Un día de lluvia puede llegar a ser muy aburrido pero hay un premio consuelo: las tortas fritas.

Yo creo que fue un invento de una madre para entretener a su hijo. “Toma nene come la torta frita y no llores”. Con Cocoa, Vascolet, leche caliente y, para los más grandes, con café o té. Es la delicia que adorna los días grises y nos ayuda a calentarnos y deleitarnos por dentro.

Recuerdo que de niña deseaba que lloviera, eso significaba que mamá ponía mi alfombra roja acolchonada en el medio del comedor. Mis tíos y mis abuelas venían para compartir las tortas fritas con chocolate, que hacía mi padre. De esa forma, jugaba en la alfombra con mi hermano, mientras escuchábamos hablar a los adultos, y dos por tres nos atrevíamos a interrumpir para mostrar la casita de Legos que habíamos armado.

Los días de lluvia están acompañados por ese olor a frito, que a pesar de ser asqueroso, el estómago rechina pidiendo un poco para él. Caminar por la calle y sentir ese olor típico que proviene de cada casa. Te invita a cerrar los ojos e imaginar la escena familiar que sucede ahí dentro.
No sólo se disfruta el comerlas sino que el arte de cocinarlas es aún más divertido. Amasarla, estirarla y luego a dibujar en ellas. Muchas formas y muchos tamaños. Por último, al sartén y esperar a que se frite. Creo que todos de niños alguna vez hicieron una torta frita con una forma graciosa o una carita en el medio.

Para todos los gustos, están las coberturas. Hay quienes las comen con dulce de leche - para sentirse más uruguayos aún - otros le ponen miel - más típico en las señoras mayores que la miel ya es parte de sus vidas, de sus té y sus torta fritas – y por último, están los que son más atrevidos, y les gusta la aventura, entonces las cubren de manteca y mermelada – convirtiéndolas así en un manjar agridulce.

Baldosas sueltas que ensucian pantalones, árboles que detienen por un momento el agua y luego la dejan caer toda junta justo cuando ibas pasando, frío, ropa y pies mojados, todo queda atrás cuando llegas a tu casa y te esperan esas masas fritas, con el ojito en el medio, y el vaso de chocolate caliente.

Labios adornados

Desde Mario y Luici Bros, Don Ramón hasta Freddy Mercuri, los bigotes siempre han estado presentes en nuestras vidas. Al parecer su etimología tal vez provenga del alemán y signifique “Por Dios ya”. Si lo pensamos no está nada errado, muchas veces me he asustado al ver que una persona no tiene labio, ¡sino pelo!

Desde pequeño ves las figuras masculinas con bigotes. Ya sea un dibujo, un video juego o un pariente. Sin embargo, te puedes cruzar con una tía vieja que decidió no depilarse más, y ahí te entra la duda. Los bigotes siempre nos llaman la atención. Crecemos y eso no cambia. Tener un bigote asegura que los ojos de los demás se posen en la parte superior de tu labio.

¿Que serían los villanos sin bigotes? No me imagino a Bugs Bunny huyendo de un pistolero como Sam con la cara descubierta. Ni miedo ni gracia me provocaría. Otro ejemplo, es Jack Lemmon en La carrera del siglo. Un malvado patético al que no le sale nada - me suena al pelirrojo mencionado anteriormente - con un bigote particular que se congela y se rompe a lo largo de la película.

Antes creía que era algo con lo que se nacía. No hay que negar que haya gente que queda bien con bigotes y otras que parece que usaran pelo ajeno. Cuando miraba Friends y veía a Tom Selleck, en la segunda temporada, me encantaba. Me parecía un hombre distinguido, maduro, serio y elegante. Que espanto cuando aparece más adelante, en la quinta o sexta, y ¡se había afeitado el bigote! Para mí fue como si le sacaran la boca entera. No entendía por qué lo había hecho, para mí, incluso, perdía expresión al actuar.

Por otro lado, ese aglomerado de pelo nos ayuda a identificar a las personas. Cantinflas y su bigote cortado - gracioso y despreocupado como él - el bigote pacifista de Ghandi, que no quiere causar problema así que se queda medio escondido, y el grande de Chaplin – pequeño pero abundante, se hace notar y nos llama la atención para hacernos reír, pero al mismo tiempo para fijarnos en las cosas que importan. ¿Los bigotes hacen a las personas o las personas a los bigotes? ¿Alguien se acuerda la época en que Michael Jackson usaba un bigotito que era apenas una línea? Sí, sí, era la época en que también usaba el color negro en su piel.

Pero si llegamos al acuerdo de que los bigotes representan a las personas que los llevan, el puesto al mejor bigote es para: Salvador Dalí. El largo y fino bigote era tan cambiante y artístico como él. La forma en que se lo arreglaba mostraba su locura interna - locura que veíamos en sus obras- o tal vez ya era externa. Es el personaje que se arregla el bigote con los dedos y lo curva para arriba, o lo enrosca dejándolos como trenzas, o los deja colgando en cada costado de su boca. ¿Cómo te sentís hoy?, ¿cómo tendrás tu bigote hoy?