El otro día encontré una nota en Facebook titulada: “10 razones por lo cual ser hombre es bueno”. Me causó mucha gracia y curiosidad así que decidí leerla. Debo reconocer que al principio tenía mis prejuicios. Le dije a mi computadora – Compu-: “Vamos a ver qué tan machista es esto”. Ella se rió y me acotó: “Mejor dicho, que tan cierto es”. Le miré y no le dije nada. Tenía razón, siempre no quejamos de que ellos tienen todas las de ganar.
Compu me lee el primer punto: “En las películas los desnudos son casi siempre femeninos”. No sólo es cierto sino que también las mujeres no solemos buscar un desnudo en la película. Desde chicas nos enseñan que el hombre es el que tiene todo el deseo sexual y nosotras debemos guardarlo, o ni siquiera interesarnos. Hoy en día poco a poco la mujer se puede abrir en el camino de la sexualidad, pero al parecer los tabúes siempre van a estar.
“Las colas en el baño son un 80% menores”, dice Compu entre carcajadas. ¡Cómo envidio eso! A esto le sumo que nosotras tenemos la costumbre de ir acompañadas, por lo tanto, más gente en el baño. Las mujeres nos tomamos nuestro tiempo y nos ponemos a conversar mientras estamos esperando. De última no se hace tan aburrido. Sí, sí, me intento convencer de que ellos, en esto, no ganan.
“A los viejos amigos no les importa si has subido o bajado de peso”, me lee Compu y opina: “aunque he visto hombres bromear con ello”. Sí, pero la diferencia es que ellos no les importa. ¡Que fea que es esa mirada que te dan cuando te ven muy gorda! No sé si es peor que te lo digan y tener que camuflar la cara de “gracias por recordármelo”, o que se lo comenten a otra amiga y enterarte después.
Y pensando en el futuro, Compu me interrumpe con el siguiente punto: “Si tienes 34 años y eres soltero, a nadie le importa”. Imagino que algo de lógica hay detrás de ello. En la sociedad se tiene el concepto del hombre como solitario sin que implique que esté solo. Es más, puede ser un ganador. La mujer por otro lado, cuidado si es soltera, debe ser media loca, depresiva o una fiestera empedernida.
Los siguientes son mis favoritos porque suelo pensar en ellos todo el tiempo: “Te puedes quitar la camiseta cuando hace calor” – lee Compu mientras ríe, respira y lee el siguiente - “La gente nunca hecha miraditas a tu pecho cuando le hablas”. Cuántas veces me estoy muriendo de calor y, por más que tengo una remera fina, me molesta igual. Ni que hablar cuando le dan ojeadas a tu pecho. ¡Por favor! ¡Basta! ¡Tengo ojos, tengo cara! Compu me mira un poco asustada.
Aunque no puse todos los puntos, está claro que Ellos tiene mucho a favor. Las mujeres estamos sujetas a estándares de figura, ideología y presiones que los hombres no. ¿Por qué sigue pasando eso? Pensaba que habíamos logrado avances en la igualdad de sexo. Pero de esta forma nos divertimos más. La batalla de los sexos es justamente una donde la estrategia, los argumentos y la disposición natural nos enfrentan y nos seduce al mismo tiempo. Es más divertido ganarles a Ellos cuando tenemos menos puntos a favor.
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