Los dibujos japoneses, conocidos como anime, son vistos por la mayoría de los padres como una amenaza para sus hijos. Sus gráficos los asusta porque no son convencionales. Allí se quedan y no ven más allá. Violencia, magia, monstruos, temas supernaturales, han existido desde los primeros dibujos como Bambi y Blanca nieves y los siete enanitos. Hasta el día de hoy no puedo mirar Bambi sin llorar y puedo asegurar que me traumó verla de tan chica. Por otro lado, Recuerdo cuando mi madre me contaba cómo le gustaban las historias de Superman y Flash, que no tienen nada de normal. Son personajes con super poderes que luchan contra el mal.
Ahora bien, hoy en día existen dibujos para adultos como los Simpson, Futurama y Padre de familia. Son dibujos que están creados para adolescentes y adultos, y tienen mucho éxito. Los Simpson van en su vigésima temporada. Así como la programación de Fox contiene estas series, hay otros canales que pasan anime. En ellos se encuentran dibujos japoneses para niños como Pokemon, Disgaea o el reciente Bakugan: La Batalla. Por otro lado, fuera de la televisión, se puede hallar series japonesas que son pensadas para un público de mayor edad y por lo tanto sus temas e imágenes no son apropiadas para niños.
Otro tema a aclarar es que no todos los animes tienen ojos gigantes y personajes estrafalarios. Hay distintos estilos de dibujos y justamente aquellos que de repente se hacen chiquitos y gorditos, con la boca enorme gritando algo, se llaman Chibi - que significa pequeño o niño - y son cómicos. Al igual que Hana Montana hace expresiones y movimientos exagerados - porque entretienen a los niños - estos dibujos exageran sus “movimientos”. Esto no quita que no existan con gráficos totalmente comunes y atractivos como cualquier otro dibujo normal.
Tal vez tengan razón, es mucho mejor que los niños miren las novelas argentinas que pasan a toda hora, con su fino vocabulario y una moral ejemplar. O podrían mirar Avatar, la leyenda de Aang que lo dan en el Nickelodeon, un canal pensado para chicos. Además, trata - de forma inocente - temas como la amistad, el amor, la búsqueda de la paz mundial y mensajes sobre la metafísica y la energía positiva.
Es cierto que el miedo se aloja en lo desconocido y lo extraño, pero me pregunto ¿no es más fácil acercarse a ello y tratar de comprenderlo? Sentarse con tranquilidad, con la cabeza abierta e investigar un poco no va hacer daño a nadie. Y quién sabe, tal vez se pueda aprender algo. Tal vez abran sus mentes y se olviden de los ojos.
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